CARMEN PALOMA MARTÍNEZ
(Madrid)
Poeta.
Profesionalmente vinculada al sector turístico.
Natural de Madrid, pasé buena parte de mi infancia en Andalucía.
He residido en La Habana y actualmente en Tenerife desde 2005.
Desde mi infancia comencé a escribir poesía, obteniendo varios premios provinciales en mi adolescencia.
Autora de los poemarios: Salitre, Voz de Mujeres y Líneas.
Cuerpo de Ausencias, es mi próximo poemario a publicar.
Sigo trabajando en Cuentos de La Habana, una recopilación de experiencias personales vividas durante mi estancia en Cuba (1989 – 2003).
Poemas y relatos forman parte de antologías: Mujeres en la Historia, Mujeres 88, Mujeres que escriben, entre otras.
Columnista de la revista Soy Mujer opinando, tertuliana de radio, ex-presidenta de la Asociación Cultural Encuentro de mujeres en Arona y miembro de la RIET, Red Internacional de Escritores por la Tierra.

Parte del equipo directivo de ACTE Canarias, Asociación Cultural Canaria de Escritores.
Miembro del grupo poético Voces desde la intimidad, desde su creación en 2015.
| POESÍAS |

CARMEN PALOMA MARTÍNEZ
Poeta.
Profesionalmente vinculada al sector turístico.
Natural de Madrid, pasé buena parte de mi infancia en Andalucía.
He residido en La Habana y actualmente en Tenerife desde 2005.
Desde mi infancia comencé a escribir poesía, obteniendo varios premios provinciales en mi adolescencia.
Autora de los poemarios: Salitre, Voz de Mujeres y Líneas.
Cuerpo de Ausencias, es mi próximo poemario a publicar.
Sigo trabajando en Cuentos de La Habana, una recopilación de experiencias personales vividas durante mi estancia en Cuba (1989 – 2003).
Poemas y relatos forman parte de antologías: Mujeres en la Historia, Mujeres 88, Mujeres que escriben, entre otras.
Columnista de la revista Soy Mujer opinando, tertuliana de radio, ex-presidenta de la Asociación Cultural Encuentro de mujeres en Arona y miembro de la RIET, Red Internacional de Escritores por la Tierra.
Parte del equipo directivo de ACTE Canarias, Asociación Cultural Canaria de Escritores.
Miembro del grupo poético Voces desde la intimidad, desde su creación en 2015.
| POESÍAS |
I
A tientas atravieso la neblina
aún resuena la lluvia
A mi memoria reminiscencias
de cuando mis infantiles y desnudos pies chapoteaban
en el agua
Un largo y tétrico pasillo anegado de llanto
Único
acceso a la puerta de salida ¡Tengo miedo!
Yo
– aún – recuerdo como era el miedo de la
infancia:
nítido descomunal cándido incoloro sin imposturas
Mis gélidos y desnudos pies chapoteaban en al agua
Momentos
momentos mágicos sin máscaras ni artificios
La
vida entera ante mí: simple imponente placentera magnánima
Yo
habitaba en la luz
La espiral el círculo que se va cerrando
Respiro
la sabiduría de los muertos
Habito
en una urna en un oscuro santuario
La opacidad
Mi madre
nunca quiso leer su porvenir en los caracoles
II
VIVO en el conflicto
Dormito con él
No he podido desprenderme de
este hueso adicional en mi cuerpo
Una marca
– como si fuera un lunar de nacimiento –
Lo cierto
es que nunca lo intenté. Le amamanté con mi sangre y
le entregué mi cuerpo
Primorosamente tejí su ajuar
Ahora
su traición devora mi sueño
No hay marcha atrás
Es la fugacidad del tiempo y el abandono de los dioses
Estoy en el filo
Todo anuncia mi hora y yo solo miro el precipicio
El
precipicio el abismo inmisericorde la deriva
Un movimiento sísmico recorre mi médula
y despierto bañada en convulsiones
Intento atrasar las manecillas
Soy
una maga del engaño
Mas ella:
Implacable asidua – puntualmente – bordará el ritual
Yo – aun así – me
iré sin desprenderme del hueso:
la dureza del hueso
lo precario
la zozobra
el abandono
la frontera
el invierno bajo mis pies
El martillo
sigue golpeando – en constante repetición –
La paradoja de esta dualidad
Mis
arterias tibias y mi pulso firme me hablan:
Yo
no debería haber descartado el suicidio.
I
A tientas atravieso la neblina
aún resuena la lluvia
A mi memoria reminiscencias
de cuando mis infantiles y desnudos pies chapoteaban
en el agua
Un largo y tétrico pasillo anegado de llanto
Único
acceso a la puerta de salida ¡Tengo miedo!
Yo
– aún – recuerdo como era el miedo de la
infancia:
nítido descomunal cándido incoloro sin imposturas
Mis gélidos y desnudos pies chapoteaban en al agua
Momentos
momentos mágicos sin máscaras ni artificios
La
vida entera ante mí: simple imponente placentera magnánima
Yo
habitaba en la luz
La espiral el círculo que se va cerrando
Respiro
la sabiduría de los muertos
Habito
en una urna en un oscuro santuario
La opacidad
Mi madre
nunca quiso leer su porvenir en los caracoles
II
VIVO en el conflicto
Dormito con él
No he podido desprenderme de
este hueso adicional en mi cuerpo
Una marca
– como si fuera un lunar de nacimiento –
Lo cierto
es que nunca lo intenté. Le amamanté con mi sangre y
le entregué mi cuerpo
Primorosamente tejí su ajuar
Ahora
su traición devora mi sueño
No hay marcha atrás
Es la fugacidad del tiempo y el abandono de los dioses
Estoy en el filo
Todo anuncia mi hora y yo solo miro el precipicio
El
precipicio el abismo inmisericorde la deriva
Un movimiento sísmico recorre mi médula
y despierto bañada en convulsiones
Intento atrasar las manecillas
Soy
una maga del engaño
Mas ella:
Implacable asidua – puntualmente – bordará el ritual
Yo – aun así – me
iré sin desprenderme del hueso:
la dureza del hueso
lo precario
la zozobra
el abandono
la frontera
el invierno bajo mis pies
El martillo
sigue golpeando – en constante repetición –
La paradoja de esta dualidad
Mis
arterias tibias y mi pulso firme me hablan:
Yo
no debería haber descartado el suicidio.

