LORENZO MARTÍN HERNÁNDEZ

(Santa Cruz de Tenerife, 1992)

Ha estudiado el grado en Español: Lengua y Literatura en la Universidad de La Laguna, es profesor de secundaria y se ha especializado en la enseñanza de español para extranjeros. Participó en la organización del congreso Bajo el signo de Cervantes (2015), participó en una mesa redonda sobre IX Jornada del IEHC e Jóvenes investigadores y creadores bajo el título “encuentro de rap” (2018). Ha publicado reseñas para el anuario del Instituto de Estudios Canarios, aunque ha escrito poemarios no tiene títulos publicados.

|  POESÍAS  |

LORENZO MARTÍN HERNÁNDEZ

(Santa Cruz de Tenerife, 1992)

Ha estudiado el grado en Español: Lengua y Literatura en la Universidad de La Laguna, es profesor de secundaria y se ha especializado en la enseñanza de español para extranjeros. Participó en la organización del congreso Bajo el signo de Cervantes (2015), participó en una mesa redonda sobre IX Jornada del IEHC e Jóvenes investigadores y creadores bajo el título “encuentro de rap” (2018). Ha publicado reseñas para el anuario del Instituto de Estudios Canarios, aunque ha escrito poemarios no tiene títulos publicados.

|  POESÍAS  |

(poema)

 

Traigo flores,

flores para adornar tu frente.

Quizá a modo de epitafio último,

Pues no he deshecho la soga

De la que un pensamiento mío

aún pende

Traigo flores,

Flores para adornar tu frente.

Porque hoy, ciervo herido de amor en tu cuerpo, avanzo

hacia os ojos de la muerte,

pero no,

aún no espero colgarme.

——————

Acércate…

hay mucho ruido fuera,

cerremos la puerta,

digamos no por un rato,

creemos la noche,

una noche que por un rato,

que en nuestro rato, amor, sea eterna.

dejemos fuera la palabra.

solo dos cuerpos convidados.

sí, ahora, sin verso, sin poetas,

hagámoslo ahora que el alma y la noche

se tornan menos, amor, mucho menos muerta

y huyamos adentro, encerrémonos bajo llave

y muy a tientas avancemos…

 

 

 

Deshagamos el camino,

vayamos hacia el altar,

ese que preside tu imagen.

yo voy hacia él

donde está tu cuerpo,

tú misma,

un tú menos tú misma,

un tú no tan tú, no tan nosotros,

ven, amor, adentro.

ven hacia ese tú, un tú enorme,

esencial, la sensación de ti.

Vayamos, te invito allí

donde estás permaneciendo.

Allá voy hasta cegarme, hasta saciarme de ti,

que es de mí mismo al fin.

Voy sediento, aunque sea mínimo el encuentro

o nuestro encuentro allí

donde quiero verte y verme,

otra tú, otro yo mismo menos yo mismo.

Vayamos y golpeemos hasta hacer añicos el pronombre

Sobre los cuerpos.

Y Gocémonos,

Gocémonos hasta la última gota de sal o de sangre,

Hasta el último trozo de carne nuestro,

hasta que seamos algo, nos fundamos en nada

y nos arrastre como un aroma el aire

————————

Imagino tu rostro,

Todo de mármol,

De éxtasis vencido.

(poema)

 

Traigo flores,

flores para adornar tu frente.

Quizá a modo de epitafio último,

Pues no he deshecho la soga

De la que un pensamiento mío

aún pende

Traigo flores,

Flores para adornar tu frente.

Porque hoy, ciervo herido de amor en tu cuerpo, avanzo

hacia os ojos de la muerte,

pero no,

aún no espero colgarme.

——————

Acércate…

hay mucho ruido fuera,

cerremos la puerta,

digamos no por un rato,

creemos la noche,

una noche que por un rato,

que en nuestro rato, amor, sea eterna.

dejemos fuera la palabra.

solo dos cuerpos convidados.

sí, ahora, sin verso, sin poetas,

hagámoslo ahora que el alma y la noche

se tornan menos, amor, mucho menos muerta

y huyamos adentro, encerrémonos bajo llave

y muy a tientas avancemos…

 

 

 

Deshagamos el camino,

vayamos hacia el altar,

ese que preside tu imagen.

yo voy hacia él

donde está tu cuerpo,

tú misma,

un tú menos tú misma,

un tú no tan tú, no tan nosotros,

ven, amor, adentro.

ven hacia ese tú, un tú enorme,

esencial, la sensación de ti.

Vayamos, te invito allí

donde estás permaneciendo.

Allá voy hasta cegarme, hasta saciarme de ti,

que es de mí mismo al fin.

Voy sediento, aunque sea mínimo el encuentro

o nuestro encuentro allí

donde quiero verte y verme,

otra tú, otro yo mismo menos yo mismo.

Vayamos y golpeemos hasta hacer añicos el pronombre

Sobre los cuerpos.

Y Gocémonos,

Gocémonos hasta la última gota de sal o de sangre,

Hasta el último trozo de carne nuestro,

hasta que seamos algo, nos fundamos en nada

y nos arrastre como un aroma el aire

————————

Imagino tu rostro,

Todo de mármol,

De éxtasis vencido.