ROBERTO TOLEDO PALLISER
(Santa Cruz de Tenerife, 1960)
Ha coordinado la página “Los Jóvenes Hablamos” en el periódico “El Día” 1.977. Forma parte, desde sus inicios, de la joven poesía canaria, conocida posteriormente como generación de los ochenta. Con ellos organiza y participa en el acto de homenaje a Pedro García Cabrera, en 1.980 y, es incluido en el libro publicado de dicho homenaje con el poema “Otoño del poeta”. Accésit del premio Ciudad de Granadilla en 1980 con el poema Amor de tierra y fuego. En 1981, colabora asiduamente en el apartado literario “página blanca” del extinto periódico “La Tarde”. Accésit Premio Internacional Akimia (Salamanca) 1.983 con el poema Consumación del abandono. Tiene publicado tres poemarios Noctilunia (edición 1991, en proceso de reedición por ATTK ediciones), Nueve Motivos para el alba (plaquet editada en 2004) y Fulgor sin lastre (Ediciones Idea 2020).
Trabaja entre los años 1980 a 1985 en Cajacanarias, en el departamento de la Obra Social y Cultural de dicha Entidad, desarrollando funciones en biblioteca, gestión cultural y prensa.
A principio de los años 80 fue responsable de comunicación de la galería de arte “Magenta”.
En 1980 Master en comunicación y gestión cultural. Ciclo formativo desarrollado por Cajacanarias e impartido por Ezequiel Ander Egg, sociólogo y experto en cultura popular de la “Unesco”.
Ha participado en los actos anuales del evento “La Laguna ciudad de poesía”. Así como en diversos actos y recitales, a lo largo de los años, en el Ateneo de la Laguna, El Circulo de Bellas Artes de Tenerife y en diversos municipios de España y en EEUU.

Entre el año 2.005 y 2.006, diseñó, dirigió y condujo, junto a la escritora Ángela Ramos, el programa literario “Palabras al límite” en radio unión Tenerife.
Como escritor ha sido publicado en diversas colectivas poéticas y revistas literarias. Ha participado como jurado del Premio de poesía Julio Tovar y realizado diversas publicaciones como colaborador y prologuista.
Como gestor cultural participa en un proyecto de referenciar y dimensionar la poesía en Canarias desde los años 80 a nuestros días entre otras .
| POESÍAS |

ROBERTO TOLEDO PALLISER
(Santa Cruz de Tenerife, 1960)
Ha coordinado la página “Los Jóvenes Hablamos” en el periódico “El Día” 1.977. Forma parte, desde sus inicios, de la joven poesía canaria, conocida posteriormente como generación de los ochenta. Con ellos organiza y participa en el acto de homenaje a Pedro García Cabrera, en 1.980 y, es incluido en el libro publicado de dicho homenaje con el poema “Otoño del poeta”. Accésit del premio Ciudad de Granadilla en 1980 con el poema Amor de tierra y fuego. En 1981, colabora asiduamente en el apartado literario “página blanca” del extinto periódico “La Tarde”. Accésit Premio Internacional Akimia (Salamanca) 1.983 con el poema Consumación del abandono. Tiene publicado tres poemarios Noctilunia (edición 1991, en proceso de reedición por ATTK ediciones), Nueve Motivos para el alba (plaquet editada en 2004) y Fulgor sin lastre (Ediciones Idea 2020).
Trabaja entre los años 1980 a 1985 en Cajacanarias, en el departamento de la Obra Social y Cultural de dicha Entidad, desarrollando funciones en biblioteca, gestión cultural y prensa.
A principio de los años 80 fue responsable de comunicación de la galería de arte “Magenta”.
En 1980 Master en comunicación y gestión cultural. Ciclo formativo desarrollado por Cajacanarias e impartido por Ezequiel Ander Egg, sociólogo y experto en cultura popular de la “Unesco”.
Ha participado en los actos anuales del evento “La Laguna ciudad de poesía”. Así como en diversos actos y recitales, a lo largo de los años, en el Ateneo de la Laguna, El Circulo de Bellas Artes de Tenerife y en diversos municipios de España y en EEUU.
Entre el año 2.005 y 2.006, diseñó, dirigió y condujo, junto a la escritora Ángela Ramos, el programa literario “Palabras al límite” en radio unión Tenerife.
Como escritor ha sido publicado en diversas colectivas poéticas y revistas literarias. Ha participado como jurado del Premio de poesía Julio Tovar y realizado diversas publicaciones como colaborador y prologuista.
Como gestor cultural participa en un proyecto de referenciar y dimensionar la poesía en Canarias desde los años 80 a nuestros días entre otras .
| POESÍAS |
Divagación primera
Nunca de olvido este traje de silencio,
se pierde el murmullo agrietado del cuerpo
como quien se sienta en el patíbulo a contemplar su muerte,
pero no, dolor no es exterminio sino consumación anticipada.
Hágase el ocaso umbral o encrucijada.
Veo pájaros con vuelo subterráneo de raíces,
pero no hay flores, ni frutos, ni arboleda,
queda una sentencia pendiente de la aceptación o el crimen,
acaso esta copa ofrecida no contiene veneno, pero nos condena al vacío.
Después lo bajaron de la cruz y lloraron de espanto.
Se hace tarde,
no voy a sobrevivir al tedio si no alcanzo la noche sin testigos,
empiezo a sentir que el paisaje se derrumba como si estuviera ciego,
estoy cayendo y en la altura alguien grita:
Madre, recoge entre las piedras mi último cansancio.
Ocurre a veces que un libro tiene desordenadas páginas.
(Del poemario Noctilunia)
Innovación
Apacigua los racimos del aire de tu frente,
recoge el placer de la lluvia en otro cuerpo,
y sentémonos a conversar de mano a mano armada
con la saliva feroz de los segundos.
No existe dimensión para romper el goce,
tan solo terquedad en el acto de negarnos en rompientes.
Asumimos el pan y olvidamos el trigo de su forja.
Si supiera decirte de este cuerpo
la altura de un labio entre las fuentes,
emprenderías el roce de la tarde sin detener el paso de las hojas.
pero la negación acude cuando no aceptamos el grito de las venas,
y el miedo encostra la germinación del deseo
hasta que la carne se pudre en su intención de vida.
(Del poemario Noctilunia)
Divagación primera
Nunca de olvido este traje de silencio,
se pierde el murmullo agrietado del cuerpo
como quien se sienta en el patíbulo a contemplar su muerte,
pero no, dolor no es exterminio sino consumación anticipada.
Hágase el ocaso umbral o encrucijada.
Veo pájaros con vuelo subterráneo de raíces,
pero no hay flores, ni frutos, ni arboleda,
queda una sentencia pendiente de la aceptación o el crimen,
acaso esta copa ofrecida no contiene veneno, pero nos condena al vacío.
Después lo bajaron de la cruz y lloraron de espanto.
Se hace tarde,
no voy a sobrevivir al tedio si no alcanzo la noche sin testigos,
empiezo a sentir que el paisaje se derrumba como si estuviera ciego,
estoy cayendo y en la altura alguien grita:
Madre, recoge entre las piedras mi último cansancio.
Ocurre a veces que un libro tiene desordenadas páginas.
(Del poemario Noctilunia)
Innovación
Apacigua los racimos del aire de tu frente,
recoge el placer de la lluvia en otro cuerpo,
y sentémonos a conversar de mano a mano armada
con la saliva feroz de los segundos.
No existe dimensión para romper el goce,
tan solo terquedad en el acto de negarnos en rompientes.
Asumimos el pan y olvidamos el trigo de su forja.
Si supiera decirte de este cuerpo
la altura de un labio entre las fuentes,
emprenderías el roce de la tarde sin detener el paso de las hojas.
pero la negación acude cuando no aceptamos el grito de las venas,
y el miedo encostra la germinación del deseo
hasta que la carne se pudre en su intención de vida.
(Del poemario Noctilunia)

